Mauricio Mirabal y Alex Chipana, inventores de las ciudades de La Paz y El Alto incursionan en el ensamblaje de pequeñas naves aéreas no tripuladas, conocidas como drones, y las utilizan para capturar imágenes desde el aire, pese a que los fabricantes de estos aparatos en otros países nunca creyeron que podrían volar a 3.600 metros sobre el nivel del mar.
La novedad no se queda en el ámbito lúdico. Algunas empresas publicitarias en Bolivia ya utilizaron estas pequeñas máquinas voladoras en la producción de spots televisivos en La Paz y El Alto que requerían imágenes aéreas, tales como el conocido spot “Juan reporte” de la Administradora Boliviana de Caminos (ABC). Entonces los drones bolivianos han comenzado a restarle el trabajo a las grúas, los aviones e incluso los helicópteros utilizados eventualmente para las tomas aéreas.
Debido a su tamaño los drones pueden ingresar a lugares donde no podrían llegar otras aeronaves. Gracias a su vuelo lento, las imágenes que capturan parecen tomadas desde un ascensor o de un globo aerostático.
Esta experiencia muestra que la tecnología atraviesa las fronteras gracias a Internet y permite tanto a un ingeniero como Mirabal, o a un veterinario como Chipana incursionar en el campo de la robótica combinada con el aeromodelismo y la captura de vídeo.
Mauricio Mirabal es ingeniero de Sistemas, tiene conocimientos de aeromodelismo y mecánica, la especialidad de Alex Chipana no tiene nada que ver con esos campos porque es médico veterinario, pero ambos armaron drones motivados por su afición a la tecnología.
En las ciudades de La Paz y El Alto debido a la densidad del aire por la altitud, las naves de Mirabal y Chipana vuelan aproximadamente solo 10 minutos pero su utilización en temas de seguridad ciudadana es algo con lo que ambos sueñan ya que contribuiría a dar mejores condiciones de vida a la población.
En el caso de Alex Chipana, su drone tiene 4 meses y se controla remotamente. Fue armado con partes traídas de China, el Reino Unido y Estados Unidos. Su costo aproximado es de 800 dólares americanos y trabaja en frecuencia 4.5 mhz para no interferir con ningún otro tipo de frecuencia radial o del Estado.
Este innovador, que agradece la llegada del Internet porque le permitió acceder a la tecnología de manera inmediata, solicita a las autoridades que incentiven la innovación en las unidades educativas y universidades donde lamentablemente ahora, en la mayoría de los casos, se continúa estudiando como hace muchos años, haciendo los mismos experimentos de antes y no se consideran las grandes posibilidades que brinda la tecnología.
Chipana sube sus imágenes a youtube y twitter donde todos pueden observarlas y tener la experiencia de observar La Paz y El Alto desde el aire.
“Ahora la gente ve a los drones solamente como juguetes pero se espera que poco a poco conozcan más sus utilidades y puedan usarlos en diversos ámbitos”, afirma Chipana.
Por otra parte Mauricio Mirabal como afición, hace más de un año se interesó en armar un dron, buscó y consiguió las piezas por internet. Después de ensamblar la máquina le instaló un chip por el que controla el estado de su nave. Ahora cuenta con varios drones de distintos tamaños y formas, que son manipulados a través control remoto, GPS y en muy poco tiempo los manejará a través de lentes inteligentes.
Sus drones han sido utilizados por empresas publicitarias, pero no descarta la idea de implementar los mismos para seguridad ciudadana.
Entrevista a Mauricio Mirabal
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